Ficha completa

Julien Guillot DOMAINE DES VIGNES DU MAYNES Bourgogne Rouge “Les Crays” 2018

Domaine des Vignes du Maynes es una pequeña bodega de culto, ubicada en Sagy-le-Haut, perteneciente a la pequeña localidad de Cruzille, en el Mâconnais (sur de la Borgoña). “Clos des Vignes du Maynes” es un viñedo histórico que forma parte de la dinámica borgoñona de registro de tierras de parcelas por parte de los monjes. Su origen se remonta al año 910, cuando la abadía de Cluny fue creada por el duque de Aquitania. Propiedad de los señores del castillo de Cruzillé, la finca perteneció a cinco generaciones de campesinos antes de ser comprada en 1952 por Pierre y Jeanne Guillot. 

Le Clos nunca ha conocido la química y siempre se ha cultivado con el mayor respeto por la tierra. Desde el principio, el abuelo de Julien decidió hacer vinos orgánicos, sin químicos, sin herbicidas, sin insecticidas y sin azufre. Su padre Alain se hizo cargo de la finca con la misma filosofía, antes de que Julien se uniera a él en 1998. La familia Guillot tampoco plantó nunca selecciones clonales de Pinot Noir, Chardonnay y Gamay, prefiriendo conservar las selecciones locales de menor rendimiento que desde entonces se han extinguido en otros lugares. La propiedad está ubicada en un punto alto de la tierra y tiene algunos de los terruños más hermosos del sur de Borgoña. Julien Guillot decide continuar con el compromiso familiar al convertir las 7 Ha. de viñedo a  biodinámica (certificación  Demeter  desde 2005). Los resultados, desde el segundo, son impresionantes año a nivel de fauna y flora. Desde hace casi 20 años, la finca vive al ritmo de las 4 estaciones en esta lógica, realizando trabajos específicos y adaptados y acompañando estas diferentes etapas con preparaciones como estiércol de cuerno, sílice, infusiones etc. Los vinos son vinificados por Julien de la forma más natural posible y sin productos exógenos salvo muy poco azufre en los vinos blancos.
Domaine des Vignes du Maynes Bourgogne “Les Crays” 2018 procede de un pequeño viñedo del mismo nombre, de 0,4 Ha., con cepas de Pinot Noir de 40 años de edad sobre suelo calcáreo.

La añada 2018 se caracterizó por un invierno y una primavera excepcionalmente húmedos, con lluvias en enero y marzo más del doble del promedio de la época del año. Este enorme volumen de lluvia, más de 120 mm en cada uno de los dos meses, completó las reservas de agua en el suelo y resultaría clave para el crecimiento vegetativo de las vides. Tras las abundantes lluvias, y en ausencia de heladas, la floración se adelantó a finales de mayo.  Agosto fue seco y cálido, sin las olas de calor de 2003 ó 2019 y, en consecuencia, las vides no colapsaron debido al estrés hídrico y no hubo uvas quemadas por el sol. Pequeñas lluvias esporádicas, así como las reservas acumuladas a principios de año, mantuvieron las vides funcionando sin problemas. Finalmente los rendimientos fueron buenos, con buena madurez y algo menos acidez.

Elaboración: La vendimia se realiza manualmente con clasificación en mesa cuando es necesario. La fermentación-maceración semicarbónica se realiza con el  racimo entero y dura unos 8 días antes de trasvasar el vino a barricas de roble de varios usos donde finaliza la fermentación alcohólica y maloláctica y reposa durante 12 meses. No tiene azufre ni se filtra antes del embotellado.

Cata: Color cereza de poca capa. En nariz es una explosión de aromas de frutos rojos frambuesas, cerezas, ciruelas, naranja sanguina, flores rosas, almendras crudas y especias dulces como la canela o el cardamomo sobre un fondo mineral calizo. En boca es de cuerpo medio, muy fresco y jugoso, taninos muy suaves y sedosos, con un final largo y fragante. Al no adicionarse sulfuroso, el vino es muy expresivo, pero también muy delicado, por lo que una vez abierta, se recomienda beber la botella lo antes posible. Si se deja de un día para otro tiende oxidarse muy rápidamente.

Producción: 1.200 botellas aprox. 13% Alc. 

Consumo óptimo: 2020-2025

Armonías: estofados, pescados grasos, parrilladas de carne y algunas aves asadas.