Ficha completa

LA BOTA DE PALO CORTADO (Nº 52)
“Sanlúcar”, saca de abril de 2014
DO Jerez-Xérès-Sherry
18% alc. - 75cl
Hijos de Rainera Pérez Marín
Sanlúcar de Barrameda

La Bota de Palo Cortado 52 "Sanlúcar" es una aportación rompedora al ámbito de los palos cortados del Marco de Jerez, resultado de la reflexión de años y de la experiencia de décadas de Eduardo Ojeda y su equipo. Un vino que, con independencia de su relativa juventud, hace honor a los estrictos requisitos de finura, limpieza y complejidad que debe cumplir cualquier vino perteneciente a esta noble categoría vinatera.

Procedente íntegramente de viñas pertenecientes a un mismo pago sanluqueño, e incluso de la misma añada, se trata de un Palo Cortado verdaderamente joven y finísimo, producto de una selección de los mejores mostos de Miraflores, criado en botas jerezanas y barricas bordelesas llenas a tocadedos para evitar un exceso de oxidación. Para esta saca hemos seleccionado el contenido de seis botas de cañón, puesto que el excelente envinado de estas vasijas de viejo amontillado ha aportado un toque adicional de calidad y profundidad al resultado final.
En todo caso, se trata de un vino fundamentalmente oxidativo, en el que hubo tan sólo una leve exposición natural y casi inevitable a la crianza biológica en los depósitos en los que el mosto estuvo esperando el momento del encabezado a 17,5% alc. para su trasvase a las botas de crianza. Ha sido emocionante comprobar que, también en casi ausencia de velo de flor, la característica mineralidad de los pagos costeros de Sanlúcar se transmite en este vino a través de un perfil organoléptico que evoca otros vinos del mismo origen: La Bota de Amontillado 37, La Bota de Florpower MMX 44 y 53, incluso las diferentes ediciones de La Bota de Manzanilla Pasada.

Para tratarse de un palo cortado, su grado alcohólico es muy moderado, de 18%, pero además el alcohol está perfectamente integrado y seguramente a ciegas no sería fácil acertarlo. Un vino muy bebible y refrescante, a la vez que complejo y largo; probablemente la mejor pareja imaginable para una larga lista de platos de la cocina oriental, desde India hasta Japón, deteniéndose muy especialmente en el Sudeste. Una verdadera delicia de vino que nos tiene entusiasmados.