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JULIEN DELRIEU LE POUNT BOURCEAU CHENIN BLANC 2021

Julien Delrieu es apicultor y vigneron afincado en Faveray-Mâchelles (Maine-et-Loire), en la región vinícola de Anjou, en el valle del Loira. Estudió enología en Dijon, elaboró cerveza con monjes en Bélgica, elaboró queso. en Italia e investigó, nada más y nada menos que sobre las levaduras del sake en Japón.Al regresar a Francia, eligió el Loira por su proximidad a Bretaña, lugar donde se crió, y trabajó con dos productores de prestigio de Vouvray, alguno conocido en este club como Vincent Carême y Sébastien Brunet. Inspirado por los vinos de Richard Leroy y Mark Angéli, entre otros, y cautivado por la calidad de la variedad Chenin blanc en suelos de esquisto, Julien eligió el “entonces” asequible Coteaux-du-Layon para su primer proyecto, Les Roches Sèches. Julien creó, con dos amigos, el dominio Les Roches Sèches en 2010, hasta que en 2017 decidió separarse y comenzar su propio proyecto en solitario. Actualmente cuenta con 3,5 Ha de viñedos  alrededor de Faveraye-Mâchelles donde tiene alquilado una pequeño lagar en la parte trasera de una granja donde lleva a cabo las vinificaciones con levaduras silvestres en tinas de fibra de vidrio y roble donde azufre se mantiene al mínimo, si se utiliza. Sus uvas de mayor calidad provienen de dos viñedos, Pont-Bourceau plantado en 1973 y Le Jeau plantado en 1955 (junto a la presitgiosa parcela Les Nourrisons de Stephane Bernadeau) y se llevan cultivando orgánicamente durante muchos años. Los rendimientos son bajos dando uvas de primera calidad que producen vinos con carácter.

Viñedo: 100% Chenin Blanc las uvas proceden mayoritariamente de Pont Bourceau con un pequeño porcentaje de Le Jeau. Clima continental con influencia atlántica. Cultivo orgánico con suelos de esquisto con arcilla y grava en surperficie con suaves pendientes de 50-100 m. de altitud.

Elaboración: vendimia manual. El mosto fermentó en tinas de fibra de vidrio, el 25% se envejeció en barricas de 228 litros (compradas a la nueva estrella local Stéphane Bernaudeau) y luego se embotelló con 10 mg / l de azufre en marzo, sin clarificación ni filtración. 

Cata: tiene un color dorado algo velado. En nariz se muestra muy natural con notas de reducción, cítrico, especiado. Con la aireación aparecen otras notas como miel, esparto y una mineralidad marcada. En boca tiene energía y personalidad, una sapidez marcada que lo hace muy gastronómico. 

Producción: 4.000 botellas aprox. 12,5% Alc.

Consumo óptimo: 2022-2030. Temperatura servicio recomendado: 12ºC

Armonías: con los yodados típicos de los mariscos, ostras, pescados salvajes, anchoas, carnes blancas, ensaladas…