Ficha completa

Adega Miguel Araújo nace como un proyecto personal del recién enólogo Miguel Araújo. Después de diez años trabajando en el sector farmacéutico decide dar un cambio a su vida y con 38 años se va a Cádiz a estudiar la licenciatura de Enología. Acabó sus estudios en 2014, con una beca en el "Institut des Sciences De la Vigne et du vin" de Burdeos. Finalizados los estudios se establece en el Ribeiro, debido a su riqueza vitícola y a la posibilidad de encontrar pequeñas parcelas que le permitan elaborar vinos como el llama    “espidos” (palabra gallega que significa desnudo). Su objetivo es cuidar las viñas sin intervención de agroquímicos más allá de pequeñas dosis de azufre y cobre y utilizando maceraciones de plantas. Sus vinos a los que califica como “espidos“ pretenden ser un reflejo de su origen, libres de artificios y correcciones. No tiene certificación ecológica ni está dentro del consejo regulador. Reconoce que puede ser contraproducente, pero se considera más libre de esta manera, prefiere comunicar el mismo lo que hace y tener las puertas de su bodega siempre abiertas. Actualmente trabaja 2,2 Ha. en el valle del Avia, mayoritariamente en la margen izquierda del Avia donde tiene una pequeña bodega en Esposende. Serpe y Mama Pastora son dos vinos que ha comercializado por primera vez en el año 2016, año difícil con abundantes precipitaciones en primavera, que provocaron la aparición de “mildiu” y ocasionaron una disminución sobre la producción inicial. Serpe 2016 está elaborado con las variedades autóctonas Treixadura (60%), Torrontés (10%), Lado (10%), Caiño Branco (5%) Albariño (5%)  y otras sin identificar. Cepas con edades entre 20-80 años plantadas en parcelas situadas en las aldeas de A Cabana, Lebosende, Esposende y Rioboó. Conducción tradicional en el ribeiro en estaca y en espaldera. Los suelos son de “sábrego” (arena granítica en gallego) con textura franco-arenosa y distinta proporción de arcilla. Serpe 2016 fermentó con sus levaduras autóctonas de forma espontánea en depósitos de inox a baja temperatura (11ºc), tras lo cual, el 50% fue trasegado a barrica de 600l de roble francés de 10 años donde se efectuó un “batonnage” durante 6 meses y posterior “coupage”. Ligera clarificación con ictiocola y filtración de desbaste con `placas de celulosa. Lo que más nos llamó la atención en este vino es su pureza porque realmente da la sensación de que estás bebiendo un vino “desnudo” sin artificios ni adiciones de ningún tipo, lo cual tiene más mérito si cabe en una añada tan complicada. El vino se muestra franco, con una fruta muy nítida y una boca sápida, ligera y equilibrada.Consumo óptimo: 2017-2025. Armonías: carnes blancas, pescados y mariscos fritos, quesos frescos, determinadas verduras y ensaladas, jamón ibérico, frituras.