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NACHO GONZÁLEZ LA PERDIDA MEU 2019

Nacho González es un viticultor y vinicultor de vinos naturales “consagrado” en los pocos años que lleva elaborando vino en su tierra de origen Larouco (Valdeorras), donde vinifica en su bodega de “garaje”. No es profeta en su tierra, ya que aunque tiene seguidores de nombre en España como Pitu Roca del Celler de Can Roca, la mayor parte de sus ventas se producen en varios países del mundo como EE.UU, Canadá, Japón, Corea, Australia y varios países europeos donde ya es un productor de vinos naturales de culto.

De firmes convicciones, Nacho no contempla otro modo de vinificación que no sea de respeto absoluto a la naturaleza y el trabajo en la viña y vinificación sin intervenciones químicas. En el año 2018 en total elaboró unas 12.000 botellas repartidas en varias “cuvees” como el blanco de Godello “O Pando”, un rosado “Poscrito” y los tintos “O Poulo”, “O Trancado” y su nuevo vino “Meu”. Sus vinos no llevan ningún tipo de adición de sulfuroso ni adición de ningún producto exógeno.

La añada 2019 se caracterizó por la abundancia de uva y por las óptimas condiciones en las que se desarrolló la vendimia. 

La Perdida Meu 2019 es un vino de una nueva viña de 0,4 Ha. en O Ruxe, municipio de O Barco de Valdeorras. Esta parcela está situada en medio de un bosque de castaños y alcornoques y se caracteriza por tener suelos calizos (muy poco común en Galicia, exclusivo de esta zona norteña y fronteriza de la denominación de origen de Valdeorras). En la viña predomina la Alicante Bouschet donde también están presentes en menor medida la Mencía y Mouratón (Juan García). En cuanto a las blancas el Godello, la Dona Branca y el Palomino representan proporcionalmente un 30%. La cofermentación de tintas y blancas se realizó de forma espontánea en una tinaja de barro de 400 l. para después de 5 meses pasar a una barrica roble usado de 300 l.

La Perdida Meu 2019 tiene un color cereza con ribete rubí. En nariz tiene una intensidad alta, fundamentalmente notas primarias, moras rojas, fresas, frambuesas, flores lilas, notas terrosas, grafito. En boca tiene cuerpo medio, fresco con los taninos crujientes que equilibran la madurez. Es un “vino de sed” con excelente materia y frescor, para beber sin cansarse. Unidades limitadas.

Producción: 1.300 botellas. 

Consumo óptimo: 2020-2024. Alc: 13%

Armonías: pulpo a feira, parrillada de carne, carnes blancas, una paella de caza, pollo o carne, musaka, quesos semigrasos.