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Sidra R.B.L.D

RBLD Sagardoak (Sidras Rebeldes) es el pequeño proyecto de sidras artesanales de Josu Otaiza y Edurne Aranburu en la localidad de  Zizurkil, en el corazón de Gipuzkoa. Josu, antropólogo, pasó una temporada en la Rioja estudiando y haciendo un trabajo de antropología donde se empapó de la cultura vinícola y del concepto de la producción agrícola biosostenible. De esta forma, decidió recuperar la producción de manzanos autóctonos viejos de su familia política que, hasta el momento, se vendía a sidrerías del entorno, para centrarse en estudiar las más de 25 variedades autóctonas de su manzanal, donde empezará a producir sidras singulares y de personalidad propia. Siempre desde una perspectiva biodinámica donde los manzanos muy viejos, que parecen robles, comparten terreno con ovejas, gallinas, colmenas y otros visitantes externos habituales como zorros y jabalíes, formando un ecosistema muy especial.

A la hora de vendimiar lo hacen de forma manual, siempre buscando el punto óptimo de maduración de la manzana, lo que supone tener que hacerla en varias fases, y por variedades, ya que al igual que en los viñedos, hay variedades que son más tempranas y otras más tardías. 

Terroir y elaboración: 7 hectáreas de manzanos de más de 30 años de edad, con más de 25 variedades autóctonas en un terreno calizo de colinas montañosas en pendiente. La vendimia se realiza en cajas de 10 kg, intentando preservar al máximo la integridad de las manzanas. Las manzanas se prensan en prensas manuales y el mosto, que para la sidra RBLD procede de 6 tipos de manzanas, se pasa a barricas de roble francés de 225 y 400 l. La fermentación se produce de forma espontánea en las barricas, con levaduras autóctonas y sin adición de nada exógeno, ni sulfitos, donde permanecen durante 6 meses. Posteriormente se embotella en luna menguante y permanece en botellero otros 6 meses.

Cata: tiene un color ámbar, limpio, ligeramente velado debido a que no ha sido filtrado. En nariz tiene una intensidad alta donde destacan las notas a manzana roja, manzana caramelizada, recuerdos a membrillo, pomelo, miel de acacia. En boca tiene una entrada suave, es muy vinoso, el carbónico es muy suave, la crianza en barrica le aporta es suavidad y cremosidad que junto con el alcohol bajo lo hace muy gastronómico.

Producción: 2.800 botellas.  Alc: 5,7% 

Consumo óptimo: 2022-2023. Servir a temperatura de vino blanco.

Armonías: la sidra natural marida casi con todo, desde quesos azules, quesos grasos como el Idiazabal; tapas como chorizo, pimientos de Padrón, calamares fritos, sardinas a la plancha, almejas y patatas bravas; y pescados como el bacalao, merluza a la sidra, fabada y pierna de cerdo, ensaladas con frutos secos y queso…