Ficha completa

SÍLICE VITICULTORES
 
El proyecto  de Silice Viticultores nace en el año 2013 del sueño de tres amigos gallegos, los hermanos Carlos y Juan Rodríguez y Fredi Torres (viticultor también en varias zonas de Cataluña como Montsant, Concá de Barberá y el Empordá) basado en la emoción, la pasión y el reencuentro con sus orígenes. Enamorados de la Ribeira Sacra construyeron una bodega nueva en el concello de Sober en el corazón de histórica subzona de Amandi donde elaboran, al margen de la D.O., algunos de los vinos más finos de la Ribeira Sacra, como son sus vinos de parcela “Finca Lobeiras”, “Finca Romeu” y “Finca Rosende”. Trabajan 2 hectáreas repartidas en unas 15 parcelas, algunas en propiedad (las menos) y otras en régimen de alquiler. Sílice tinto 2015 se elabora a partir de un ensamblaje de todas las fincas salvo Lobeiras y Rosende que se embotellan exclusivamente como vinos de parcela. Viñedos extremos en Amandi y Doade, viticultura respetuosa con el medio y la elaboración totalmente artesanal son los tres pilares esenciales de Sílice.La añada 2015 se caracterizó por un ciclo vegetativo favorable, después de un verano suave y seco, la vendimia se desarrolló en buenas condiciones incluso con dos semanas de adelanto a lo habitual dando como resultado vinos de muy buena maduración.Sílice 2015 se elabora con 80% mencía, 20% Brancellao, Garnacha tintorera, Merenzao y uva blanca como Palomino y Godello. La mayor parte de los suelos son arenosos de origen granítico aunque también se puede encontrar alguna finca con pizarras. La vendimia es manual en cajas de 15 kg. La fermentación es espontánea con sus levaduras propias con un 30% de vendimia entera sin despalillar. La crianza se lleva a cabo con sus lías durante 9 meses en foudres usados donde realiza también la fermentación maloláctica. No se filtra. La producción total fue de 12.256 botellas y 256 magnum. Embotelladas a mano. Sílice 2015 se presenta ligeramente turbio (normal al no estar filtrado), en nariz se puede respirar el paisaje de la ribeira sacra con aromas a frutillos rojos  silvestres, violetas y lilas, y las finas notas balsámicas características del sotobosque gallego (eucalipto, laurel). En boca es fluido, fresco, de cuerpo medio y con final afrutado y con un punto vegetal. 

Consumo óptimo: 2017-2020. 

Armonías: cecina, pimientos, casquería, aves, carnes blancas, carnes rojas, caza.