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NALUAR EL ESPALDÓN 2018 

Naluar es un proyecto de dos jóvenes enólogos  y viticultores de Ribera de Duero que comenzó en el año 2011. Fundado por Rafael García y Raúl Tamayo trabajan sus viñedos de Tinto Fino (Tempranillo) situado en Nava de Roa y elaboran en Bodegas Hnos. Rodero Calderari en Pedrosa de Duero.

Para poner en marcha este proyecto comenzaron a explotar el viñedo propiedad de la familia que cuenta con vides de entre los 20 y 75 años de edad , siendo el más viejo Acediano, de más de 70. Cuentan con 5 hectáreas repartidas en 9 viñas con parcelas minúsculas de menos de una hectárea como la mencionada Acediano, El Espaldón, El Cerral, El Torrubio y La Médica.

La pretensión de Raúl y Rafa es crear vinos ribereños plenos de profundidad, personalidad y carácter que hablen del suelo en el que se gestaron, suelos pobres de gran potencial vitivinícola y con el auténtico clon de Tinto fino de Ribera del Duero, que dan muy poca uva por cepa pero que cada una atesora una joya que hará que esos tintos sean memorables.

Los “Errevinos” (como se hacen llamar) han decidido no clasificar sus vinos con el convencionalismo del tipo de crianza a que son sometidos. Quieren que sea el origen y no la barrica lo que marque el ADN de cada una de sus creaciones. Buscan tintos para beber ahora pero que también posean una gran capacidad de guarda.

Añada 2018: si la añada 2017 fue una añada precoz en la vendimia y escasa debido en parte a las heladas que afectaron a gran parte del viñedo en Europa, la 2018 fue una añada abundante y con fechas tradicionales de vendimia. Las copiosas lluvias de invierno y primavera favorecieron una vegetación abundante así como la recuperación de las cepas más afectadas por las heladas del año anterior. Sin embargo, el trabajo en el campo fue mucho más laborioso debido al gran desarrollo vegetativo y la consecuente presión de hongos y enfermedades criptogámicas.

El verano fue relativamente seco con una ola de calor en agosto que desafió a las plantas más jóvenes. Como consecuencia, las maduraciones fenólicas fueron más tardías de lo habitual. La añada fue calificada por el Consejo Regulador como Muy Buena.
Viñedo: dos parcelas de 0,9 hectáreas plantadas en vaso por Rafael García en 1997 situado en la localidad burgalesa de Nava de Roa. Plantado en el medio de una ladera que mira al oeste en el cerro del Calvario a una altitud de entre 800 y 810 metros y suelo arcilloso calcáreo.

Elaboración: vinificación de las dos parcelas, por separado, en pequeños depósitos abiertos de 2.000 kilogramos. Encubado y bazuqueo sin bombas. Fermentación con una pequeña parte de racimo entero durante 12-14 días sin control de temperatura con la propia levadura del viñedo, prensado en prensa tradicional de husillo y maloláctica natural en barrica usada de 500 litros. Crianza de 21 meses en barrica de roble francés y americano de 500 litros. Embotellado en mayo de 2020. Salida al mercado con al menos 24 meses de botella.

Cata: color cereza de capa media alta, limpio y brillante. Aromas de fruta roja y negra con notas minerales, de tiza y pólvora, expresión de la propia variedad sobre suelo calcáreo. Muy bien arropada por una barrica elegante y respetuosa. Paso fresco, potente, con una sensación aterciopelada y taninos muy finos.

Producción: 4.100 botellas. 14,5% Alc.

Consumo óptimo: 2024-2034.

Puntuaciones: 93+ PARKER.

Armonías: asados, lechazo, cochinillo, parrilladas, guisos consistentes y las mejores piezas de caza.