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CANTARIÑA Vinos de Familia

Cantariña nace de la ilusión de unos hermanos (Fede, Consu, Sonso, Santi y Jorge... Ysart Alvarez de Toledo) por recuperar una actividad que su familia había abandonado hacía décadas pero de la que aún se conservaban dos joyas: Los Pinos y Valdeobispo. Con el fruto de estas dos viñas situadas en Villafranca del Bierzo los hermanos Ysart Alvarez de Toledo queremos retomar la viticultura y la elaboración del buen vino.

Cantariña tiene una clara vocación de innovación: nada hay hoy más actual en el panorama vitícola español que la recuperación del terruño y el respeto a la naturaleza en la elaboración de vinos para hacer disfrutar y transmitir lo que la tierra nos ofrece. Lemas como "El Futuro es el Pasado" y movimientos como el Club Matador nos empujan a defender nuestros valores.

El proyecto comenzó elaborando en 2015 su primer vino de Garnacha Tintorera (Alicante Bouschet). Apenas 900 botellas. En 2016 se atrevieron también con una pequeña parcela de Mencía que mimamos para obtener una verdadera joya de la que apenas se producen 500 botellas...

Animados por la calidad de esos dos terruños, nos embarcamos en la recuperación de las dos viñas hasta ese momento arrendadas a una de las bodegas de referencia de la zona. Se acometió la plantación de una hectárea abandonada en Los Pinos con castas locales (merenzao y godello) y se inició la recuperación en Los Pinos en 2017 y Valdeobispo en el 2018, respetando el marco de plantación original en vaso, de unas 4000 plantas por Hectárea.

Cantariña cuida con mimo 13 Ha de viñedo repartidas en tres parajes sitos en el municipio de Villafranca del Bierzo. Las parcelas se denominan Cotelo, Valdeobispo (nombre de grato recuerdo familiar), y Viña de Los Pinos, que es probablemente una de las viñas más icónicas y fotografiadas del Bierzo. Situada al pie del Camino de la Virgen, que va desde la Puerta del Perdón de la románica Iglesia de Santiago de Villafranca hasta Valtuille de Arriba, donde el Camino cambia a calle, Calle Cantariña.

Con prácticamente 1/4 de hectárea, su distinto suelo y orientación nos ofrece un perfil muy especial que merece la pena mantener independiente del resto de la Viña de los Pinos. Con esa forma triangular, por mucho que hubiésemos buscado otro apellido para Cantariña 3, no nos quedaba más remedio que ponerle el nombre por el que siempre nos referimos a la parcela. Un vino muy especial, con alto potencial de guarda, y desafortunadamente, muy escaso. Todo un triángulo de fuerzas.