Ficha completa

PARPETTE ET FILS CÔTE-RÔTIE MONTMAIN 2018


Cédric Parpette es un pequeño vigneron ubicado en el pueblo de Verenay al norte de la prestigiosa denominación de origen Côte Rôtie. Hace 25 años, Cédric Parpette no sabía prácticamente nada de vino, ni de viticultura, era un carrocero de automóviles que se enamoró de su actual esposa Christelle Fernández. Su suegro, Réné Fernandez, era el propietario de una parcela de viñedos de 3 Ha. en los suelos de roca de esquisto (Côte Brune), increíblemente empinados, ricos en óxido de hierro y duros del lugar de Montmains sobre el pueblo de Verenay. Réné había plantado el viñedo en 1986 con la parte inferior plantada con clones más comerciales y la parte superior plantada (más por suerte que por intención deliberada) con la mutación local única de Syrah conocida como la “Sérine”, cuyas bayas de forma ovalada-oliva se han adaptado a lo largo de los milenios a este entorno severo. La “Sérine” es famosa por su tono más alto de acidez que, cuando se combina con la madurez del sol intenso, los vientos refrescantes del Mistral del norte y los suelos de lecho de roca increíblemente pobres producen un vino con cuerpo de notable delicadeza y finura, lleno de aromas / sabores sabrosos y minerales con bajos niveles de alcohol, una combinación que lo hace único en el escenario mundial.Réné vendió la mayoría de sus uvas a Guigal, el gigante comercial y abanderado de la región en su conjunto, quedándose con aproximadamente el 20% de las uvas para elaborar su propio vino que comercializaba con su propia etiqueta. A medida que crecía y no tenía hijos, se volvió hacia su robusto yerno Cédric para ver si tenía algún interés en continuar con el legado de su trabajo. Cédric trabajó la vendimia y la vinificación con su suegro y decidió estudiar enología durante un año y medio para hacerse con las riendas de la bodega.Una de las primeras cosas que hizo Cédric en 1996 fue comprar 6 Ha de un viñedo sin plantar en el lugar de Plomb, un sitio de elevación ligeramente más alta que de hecho es una meseta plana (frente a las pendientes de 60-70 grados de los Montmains). En el 2004 Cédric se hizo con las riendas de la bodega, los vinos han mejorado año tras año y el Côte-Rôtie Montmain seduce cada vez más a aficionados y sumilleres con estrellas Michelin por la calidad que ofrece con respecto a su precio. Detrás de este éxito está el enfoque refrescante y honesto de Cédric, del estilo sin adulterar de la casa y el trabajo en el viñedo de alta calidad.

La añada 2018 se caracterizó por un invierno lluvioso seguido de un clima benigno a principios de la primavera, lo que mantuvo la temporada de crecimiento avanzando a un ritmo normal. Las reservas de agua en los viñedos se recuperaron después de la sequía del 2017, y la brotación y la floración transcurrieron sin problemas, preparando el escenario para una gran cosecha a lo largo del valle. Junio fue lluvioso lo que provocó un poco de mildiú disperso, que se trató rápida y relativamente fácilmente. Luego, el verano se volvió cálido y seco, y esas condiciones continuaron hasta septiembre, lo que permitió una cosecha temprana de fruta perfectamente madura, con taninos moderados y niveles de acidez notables que en muchos casos corrieron en la línea de 2016. Muchos productores de Côte-Rôtie coinciden en que la añada 2018 combina la riqueza del 2017 con la frescura y energía del 2016. Gracias a este equilibrio y frescura se beben bien ya desde jóvenes aunque el potencial de evolución y guarda de estos vinos son sobresalientes.

Parpette Côte-Rôtie Montmain 2018 es 100% Syrah procedente del lieu-dit “Montmain” de 2,5 Ha y pendiente de 35-40º con suelos de esquisto descompuesto con mucho contenido de mica y hierro. La uva despalillada fermenta en depósitos de hormigón con remontados y pigeages según necesidad. Crianza de de 12 a 14 meses en diferentes barricas de roble de 228 l. de diferentes usos y edades.

Parpette Côte-Rôtie Montmain 2018 tiene un bonito color picota. En nariz la intensidad es alta con una paleta aromática amplia y bien definida con notas de moras, ciruelas pasas, frambuesa caliente se mezclan en nariz, algunos tonos florales de violetas y aceituna negra. En boca es intenso, tiene estructura media, textura sedosa, con notas minerales muy sutiles, taninos amables y un postgusto largo. Una joya poder acceder a un Côte-Rôtie, el terruño más noble para esta variedad,  a un precio muy por debajo de lo habitual para los vinos de esta denominación. 

Producción: 6.000 botellas. 13% Alc. 

Consumo óptimo: 2020-2030. 

Armonías: parrilladas de carne, caza de pelo y de pluma, todo tipo de estofados, casquería, quesos curados o inglés tipo Cheddar.